En Vitoria-Gasteiz, donde los frontones y los centros dan servicios, se ha instaurado una tradición digna de epopeya: Juramento para ducharse. Lo cuenta la revista Dato Económico en su edición de septiembre.
Todo comenzó cuando el Ayuntamiento, harto de que algunos ciudadanos se colaran en las duchas municipales como si fueran spas de cinco estrellas, decidió poner orden. Así nace el “Pase Ducha”, un documento que solo se obtiene tras un solemne juramento escrito si no tienes ducha en tu domicilio:
Este rito no es para cualquiera.
Afecta a empadronados en Vitoria sin abono deportivo. Pueden acceder a las 15 instalaciones sagradas: polideportivos, centros cívicos y frontones donde el agua cae como bendición.
Los abonados no tienen que dar explicaciones.
Y así, cada día, hay ciudadanos se acercan con su papel firmado, su dignidad intacta y su toalla al hombro, listos para cumplir con el ritual más limpio de la ciudad.