Un año más, Iñaki Beltrán repite como procurador de referencia en Vitoria. Vamos con una entrevista.
¿Ha cambiado mucho tu profesión desde que te colegiaste en el año 1993?
Claro que sí, y no poco sino muchísimo. Si un compañero que se hubiera retirado allí por el año 1995, volviera hoy día a ejercer te aseguro que no sabría por dónde le da el aire.
¿La tecnología ha facilitado mucho vuestro día a día?
En buena parte sí, pero el riesgo de cometer errores es mucho mayor que antes. Los procuradores hemos estudiado una carrera de letras “derecho” y hoy día para el ejercicio de nuestra profesión casi se requiere más un experto en tecnologías y aplicaciones informáticas que un entendido en derecho. No son pocas las ocasiones que las tecnologías nos juegan malas pasadas. En cualquier caso, estamos acostumbrados a adaptarnos a todo tipo de cambios para el ejercicio de nuestra profesión.
¿Generalmente, tus clientes cómo te han conocido?
La inmensa mayoría de las ocasiones nos vienen dados por los abogados que son los que nos encomiendan los asuntos tanto de particulares como de empresas, o sociedades…
¿La mayoría de tus clientes son vitorianos?
Probablemente sí, pero no sabría concretarte ahora mismo. Con la eliminación de la territorialidad que antes regía el ejercicio de la profesión esto ha cambiado bastante, y hay mucha injerencia de otros procuradores en la plaza. Creo que esto ha supuesto un perjuicio para la mayoría de los compañeros.
¿Cómo afronta tu profesión el año 2025?
Pues con alegría e ilusión, y dando gracias a Dios por ello. Conforme vas cumpliendo años te vas dando cuenta que al fin y al cabo el trabajo no es sino un medio para vivir, y todos sabemos que “hay que trabajar para vivir, no vivir para trabajar”. Lástima que muchas veces nos damos cuenta tarde de ello.